El Baix Empordà, en el corazón de la Costa Brava, es un tesoro que va más allá de sus espectaculares playas.
Aquí encontrarás encantadores pueblos medievales, llenos de historia y cultura, que te harán sentir como si viajaras en el tiempo 🏰
Uno de estos ejemplos lo encontramos en PALS; con raíces que se remontan a la época romana, Pals fue un importante centro defensivo durante la Edad Media. Su casco antiguo, situado sobre una colina, se desarrolló entre los siglos IX y XV y hoy destaca por su imponente torre románica, conocida como la Torre de las Horas. Pasear por sus encantadoras calles empedradas es como hacer un viaje al pasado, donde cada casa de piedra cuenta una historia. Y desde el mirador de Josep Pla, las vistas sobre los arrozales de Pals y las Islas Medes te dejarán sin aliento. ¡Una experiencia que no te puedes perder!
Documentado desde el siglo X, PERATALLADA es uno de los conjuntos medievales mejor conservados de Cataluña. Su nombre, que significa “piedra tallada”, hace referencia a las impresionantes murallas y calles excavadas directamente en la roca. Durante la Edad Media, fue un importante centro feudal, y su castillo, con la majestuosa Torre del Homenaje, y sus murallas son testigos de aquella rica historia. Cada rincón de este encantador pueblo respira un aire medieval que te transporta a tiempos pasados. ¡Un lugar que te cautivará a cada paso!
MADREMANYA es un pequeño pueblo lleno de historia que te conquistará. Situado en lo alto de una colina, sus calles empedradas y sus casas de piedra te transportan directamente a la época medieval. La primera referencia escrita de Madremanya es del siglo XI, y su iglesia dedicada a San Esteban es un magnífico ejemplo de la arquitectura medieval catalana. Con su encanto intacto y alejado de las aglomeraciones turísticas, Madremanya ofrece un ambiente tranquilo y auténtico que invita a disfrutar de cada momento. ¡Un rincón ideal para desconectar y respirar historia!
MONELLS se desarrolló alrededor de un antiguo castillo, del cual aún se conservan algunos restos que nos hablan de un pasado fascinante. Antiguamente este pueblo fue un importante mercado medieval, y su Plaza Jaume I, con los encantadores soportales de piedra, es testimonio de aquel vibrante comercio. Con una historia que se remonta al siglo XI, Monells es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, ofreciendo tranquilidad y belleza en cada rincón de sus calles. ¡Una auténtica joya para disfrutar y relajarse!
Y por último, pero no menos importante, ULLASTRET, además de ser un encantador pueblo medieval, es famoso por albergar el yacimiento íbero más grande de Cataluña, que data del siglo VI a.C. La villa medieval, documentada desde el siglo IX, creció rodeada de murallas que la protegían de los ataques, y todavía hoy podemos admirar restos de estas impresionantes estructuras defensivas. Su encanto rural, junto con su rica historia, hace de Ullastret un lugar único para descubrir y explorar. ¡Una visita imprescindible para los amantes de la historia!
Descubre la magia de los pueblos medievales, cada uno con su propia historia única que te emocionará.